Mario Bunge nació en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1919. Interesado en la filosofía de la física, Bunge comenzó sus
estudios en la Universidad Nacional de La Plata, de la
cual se graduó con un doctorado en ciencias físico-matemáticas en 1952. El tema de su tesis
doctoral versó sobre Cinemática del electrón relativista.
Allí, y en la Universidad de Buenos Aires, fue profesor
de física teórica y filosofía desde 1956 hasta 1963 cuando
insatisfecho con el clima político de su país, tomó la decisión de emigrar.
Antes de su auto-exilio también fue profesor invitado en la Universidad de Pennsylvania (1960-61)
y en la Universidad de la República (1961-62).
Por algunos pocos años enseñó en
universidades de México, Estados Unidos y Alemania. Finalmente, en 1966 se
instaló en Montreal (Canadá),
donde enseñó en la Universidad McGill la cátedra Frothingam de lógica y metafísica. Es
ahora profesor emérito de dicha universidad, en las áreas de la Metafísica,
Semántica, Filosofía de la Ciencia y Epistemología.
Tal vez su obra más importante sean los
ocho tomos de su Tratado de filosofía (Treatise on Basic
Philosophy), pero se trata de un autor enormemente prolífico que, tras
exponer sus posiciones generales en el Tratado, ha ido publicando en forma
regular las aplicaciones de su filosofía a diversas ciencias, tanto naturales
como sociales (ver más abajo en Publicaciones).
Mario Bunge ha sido honrado con
dieciséis doctorados honoris causa otorgados
por instituciones como la Universidad de Salamanca (España)
en 2003,
la Universidad Nacional de La Plata (Argentina)
y la Universidad de Buenos Aires (Argentina)
en 2008.
También recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1982.
Interesado principalmente por la lógica
de la ciencia y los problemas del conocimiento científico, ha tratado de
construir una filosofía científica (más precisamente, una metafísica) que
tuviera en cuenta tanto el conocimiento elaborado por la ciencia como el método
utilizado por quienes la practican, entendiendo que este último es un proceso
que no está exclusivamente supeditado ni a la experiencia ni a la teoría.
Aunque la concepción de la ciencia
elaborada por Bunge concede importancia al desarrollo de la investigación
científica en la historia, su orientación está principalmente dirigida al
análisis formal de dicho desarrollo, y se aparta de la insistencia en los
aspectos históricos, psicológicos y sociales propia de enfoques como los de Thomas Kuhn y Paul Feyerabend.
Defensor de un realismo crítico basado
en una ontología materialista y pluralista, ha mantenido una actitud
beligerante ante el psicoanálisis, al que considera una pseudociencia
supeditada a la aceptación acrítica de la doctrina de Freud como argumento de
autoridad; en un sentido análogo, considera que el marxismo no ha conseguido
superar la condición ideológica de sistema de creencias a causa de su
repetición también acrítica de las enseñanzas de Marx, lo
considera una suerte de enfoque de estudio. Recibió elPremio Konex en
Humanidades en 1986.
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